*La tenista estadounidense Jessica Pagula se sintió cómoda con el apoyo de los aficionados de los Bills de Búffalo.
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Tras su encuentro ante Sabalenka, Jessica Pegula salió con la seguridad de que ha hecho las cosas bien. La número cinco del mundo celebró lo sólido que ha lucido en la cancha.
“Una combinación realmente sólida. Sentí que tenía el control y jugaba de forma inteligente y haciendo todo muy bien. Entonces estoy feliz. Jugué muy bien”; dijo en conferencia de prensa posterior.
Pero más allá del juego y de que prácticamente está en semifinales, lo que realmente hizo feliz a Jessica fue el apoyo de la gente. Toda, la mexicana. Pero también, aquella que hizo el viaje de Estados Unidos y que incluso adornó las tribunas de Cancún con el jersey de los Bills de Buffalo.
“Es genial ver cuando recibo mensajes o veo fanáticos que no son realmente fanáticos del tenis. Pero se han convertido en fanáticos del tenis porque son grandes fanáticos de Bill o Sabres o lo que sea, o de alguna manera tienen una conexión”, dijo.
Lo anterior tiene un significado todavía más especial porque en Buffalo. La ciudad natal de Jessica, el tenis no figura como un deporte popular, sin embargo gracias a ella y si conexión con la ciudad, poco a poco aparecen más.
“Es realmente genial porque no somos una ciudad de tenis y no es muy popular allí. Así que es genial ver cómo he podido conectar a esa base de fans a pesar de que no saben tenis. Bueno, es genial porque pueden verme y están aprendiendo y siempre es agradable cuando puedes conectarte con una ciudad o una base de fans como esa”; explicó
“Así que es increíble cerrar esa brecha. Creo que cuando puedes cruzar de esa manera, es muy divertido porque me gusta, he hablado con algunos de los atletas y es genial ver su forma de pensar y cómo también tienen éxito. Así que creo que eso es realmente genial”; cerró.
La carrera de Pegula en el tenis fue duramente criticada en sus inicios, cuando el mundo solamente la reconocía como la hija del dueño de un equipo de la NFL. Pero el los últimos años, la tenista se encargó de crear su propio legado.