*“Cuando la presidenta de la República nos dice que México será el país más democrático, en virtud de esa farsa de elecciones de jueces nombrados por el gobierno y posiblemente por el crimen organizado.
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CIUDAD DE MÉXICO. – “Cuando la presidenta de la República nos dice que México será el país más democrático, en virtud de esa farsa de elecciones de jueces nombrados por el gobierno y posiblemente por el crimen organizado, pues no lo quiero tomar como burla, pero yo diría que es al menos cuestionable”, expuso el expresidente de México, Ernesto Zedillo, en su reaparición en la prensa mexicana a través de las revistas Letras Libres y Nexos, anunciadas este domingo.
En entrevista con Nexos, Zedillo afirmó que la reforma judicial propuesta por López Obrador y Claudia Sheinbaum “es una farsa, es un engaño al pueblo de México”.
De manera contundente, Zedillo aseguró que la democracia en el país ya murió, refiriéndose a la propuesta de reforma como un golpe fatal para el sistema democrático de México.
La entrevista, que se publicará como adelanto de la edición de julio de Nexos, también incluyó una reflexión del exmandatario sobre su propia reforma judicial de 1994.
En ese momento, Zedillo envió una iniciativa al Congreso para hacer autónomo el Instituto Federal Electoral (IFE), actualmente el INE. En relación con ello, aseguró que “para tener democracia se deben tener pesos y contrapesos en el poder público”.
Zedillo calificó la reforma judicial de AMLO como el “final de la democracia mexicana”, agregando que lo que López Obrador y sus aliados han impulsado en los últimos meses es, en sus palabras, una “decisión fatal” para la nación.
Cuando Nexos le preguntó sobre la intervención del Poder Ejecutivo en la reforma electoral que él mismo impulsó, Zedillo respondió que “la parte interesada no puede ser el organizador ni el árbitro de las elecciones”, enfatizando la importancia de la independencia entre los poderes.
El exmandatario también indicó que no había hecho comentarios sobre los gobiernos en funciones desde que dejó la presidencia en 2000, pero que en este caso, no podía quedarse callado ante lo que consideró un ataque “frontal y decisivo” contra la joven democracia del país.
«Esto es terrible», dijo, refiriéndose a la reforma judicial, “es un ataque frontal y decisivo contra la joven democracia que con muchos trabajos construimos los mexicanos”.
En relación con el sistema político actual, Zedillo mencionó que el proceso de transición, que se refería a las reformas impulsadas por AMLO, representa, con toda convicción, el “fin de la democracia mexicana”.
Señaló que para tener una democracia sólida, se requiere de una división clara de poderes, elecciones limpias y órganos independientes que puedan supervisar y sancionar el ejercicio del poder.
“Chequen cada uno de estos puntos y díganme si existen en México. Mi respuesta es no”, sentenció.
Además, Zedillo criticó lo que calificó como “la aplanadora de Morena” en el Senado y la Cámara de Diputados, advirtiendo que esto está creando un “Estado policial”.
Subrayó lo “gravísimo” que es que el Congreso decida sin que el Poder Judicial pueda revisarlo.
“Decir que el Congreso puede decidir lo que le dé la gana y que el Poder Judicial no puede revisarlo es absolutamente escandaloso, grotesco, antidemocrático”.