*El futuro de la Roma reside en los pies de Mattia Almaviva
En una noche espectacular, Roma no volverá a ser la misma sin Totti en la cancha. El mítico jugador de 40 años colgó los botines y cedió su capitanía al niño, Mattia Almaviva.
El último guión en la carrera de ‘Il Capitano’ tuvo momentos inexplicables, vencieron al Genova y aseguraron un boleto directo a la Champions League, lágrimas de Totti, de su familia, del Estadio Olímpico y hasta de su compañero, De Rossi.
Entre tantos momentos de sentimientos encontrados sobresale la entrega del gafete de capitán, Totti pasó al centro de la cancha y aún con lágrimas en los ojos, entregó su insignia al joven, Mattia Almaviva, juvenil nacido en el año del 2006 y figura en las fuerzas básicas de ‘La Loba’.
Sin duda la responsabilidad a la que se le confirió a Almaviva es para destacar. 25 años defendiendo la playera romana deberá significar algo para Mattias, vivió y gozó de cerca, los logros de su ídolo y ahora él tendrá que emprender un camino a la victoria como lo hizo el máximo representante en la historia de ‘La Loba’.