Mundo de Córdoba
El conductor de un tráiler, que al parecer se encontraba bajo los influjos de algún estupefaciente, causó revuelo y movilización de cuerpos de rescate y de seguridad, luego de manejar en sentido contrario, chocar contra cuatro automóviles y negarse a salir de la cabina ayer por la mañana sobre la autopista Córdoba-Veracruz, en el tramo de Rancho Trejo, que además se encuentra en reparación.
Durante varios minutos Adrián Castro Barajas, de 45 años, del Estado de México, fue sometido con chorros de agua y espuma de extintores por elementos de la Policía Estatal para obligarlo a bajar.
Y es que Adrián momentos antes había chocado con cuatro vehículos: una pipa, una camioneta, un automóvil y una grúa, así mismo, según testigos del ‘show’, estuvo a punto de arrollar a un empleado de la constructora que se encuentra abanderando por la zona en reparación.
Agresivo y armado
Pasaron tres horas para que Adrián Castro fuera atendido por paramédicos de Caminos y Puentes Federales (Capufe) ya que se mostraba estaba agresivo y portaba con un arma punzocortante, lo que ponía en peligro la integridad de los socorristas y elementos policiacos. “Atacaba y decía cosas. Es imposible ayudarlo así y más con su cuchillo”, comentó un empleado de la constructora.
Alrededor de las 7:00 de la mañana empleados que trabajan en el kilómetro 5 de la autopista alertaron sobre un torton de la empresa Euro Logistic S.A. de C.V. que había chocado con unos vehículos que iban sobre el otro carril.
Adrián conducía de forma temeraria y sin importarle quien se le atravesara. Una grúa trató de obstruirle el paso pero no sirvió, el trailero siguió su camino. “Le aventamos piedras y nada, no paraba, ya entró todos pusimos piedras para que se detuviera, a la mil se logró que se detuviera”, relató un trabajador.
El operador con señas de violencia en la cara, debido a las cortadas que se hizo al romper el parabrisas, se mantuvo por casi dos horas dentro de la cabina y nadie se acercaba, ni si quiera la Policía Federal, división Caminos. Más tarde llegó un grupo de la Policía Estatal, quienes al dialogar con los federales, y apoyados por trabajadores, tomaron un extintor y agua de una pipa para someterlo y bajarlo de la unidad.
Después llegó una ambulancia de Capufe para darle las atenciones y fue trasladado a un hospital.