Santa María del Mar, ruleta rusa de la vida

NVI Noticias

Con 34 semanas de embarazo, cinco para la llegada de su bebé, la joven Adriana Pereda asume con resignación la sugerencia de la enfermera, Josefina Comonfort, para que prepare sus cosas y salga del pueblo a fin de atender el parto en el hospital de la cabecera municipal.

A la mujer le preocupa el gasto que deberá realizar la familia mientras llega el momento del nacimiento de su hijo. “Tengo una tía en Juchitán y ella me va a recibir, pero uno debe cubrir sus gastos, la comida y demás”, expresa con resignación.

Un conflicto con el municipio de San Mateo del Mar mantiene aislados de la entidad a los más de mil habitantes de esta agencia, con solo una vía de comunicación: el mar; el mismo océano que les provee de alimento, pero también les limita servicios necesarios como el de la salud, mantiene inquieta a la mujer.

Es paradójico, -señala-, que mi familia deba gastar más que si me atendieran en un hospital privado, “pero qué le vamos a hacer, si no hay otra solución”.

-¿Todas las mujeres embarazadas tienen que salir a atenderse a Juchitán?

-Sí, para mayor seguridad.

-¿Cuánto va a costar nada más el viaje?

-Bueno, son 5 pesos de la camioneta al varadero; 30 pesos de la lancha y 50 de la camioneta a Juchitán, de entrada 85 pesos.

“¡Es muy difícil!”, subraya mientras su mirada se dirige al lado de la clínica donde observa una construcción en obra negra abandonada, una clínica de tres salas que se inició en el 2016 y todavía no se puede concluir.

LA OBRA NEGRA

El agente municipal, Rufino González Rivera, recuerda que la clínica está en obra negra desde 2017 cuando realizaron el colado y abandonaron la edificación. “Solicitamos al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que nos pueda ayudar para terminar el centro de salud porque es indispensable para la población, los niños, mujeres embarazadas, ancianos, ya que cruzar el mar es muy difícil”.

Señala que a veces en el mar se presentan fuertes vientos y no es posible salir de la comunidad. “Además, solo tenemos un médico pasante y otro que trabaja los sábados y domingos, así que también requerimos médicos y una enfermera”.

Añade que, en caso de gravedad de un enfermo, es necesario trasladarlo al hospital general de Juchitán el cual se ubica a tres horas de camino. “Para cruzar el mar es media hora y dos horas y media para viajar por carretera hasta la cabecera municipal”.

-¿Cuánto cuesta entonces un viaje?

-El viaje especial en lancha cuesta 700 pesos y la camioneta 500 a 700 pesos, por lo que hay que pagar más de 2 mil pesos, eso si el mar está en calma; por eso la gente acude a la agencia municipal para que le brindemos el apoyo y nosotros a como dé lugar los sacamos en la patrulla, pues tampoco tenemos ambulancia, y la lancha, pero es muy difícil.

LA ENFERMERA

Con 10 años de trabajar y radicar en el lugar, la enfermera Josefina Comonfort dice que la obra inconclusa corresponde a un hospital de tres camas: sala de expulsión, encamados y vacunación; dos consultorios, sala de curaciones y sala de espera.

Manifiesta que también se requiere personal médico capacitado las 24 horas y una ambulancia, “porque si estamos en tiempo de norte o lluvia es un riesgo el salir, sobre todo para niños menores de cinco años y embarazadas”.

“Yo pido al gobernador Alejandro Murat Hinojosa y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que busquen la forma de abrir un camino, porque están en riesgo más de 1 mil 200 personas”.

Afirma que las mujeres embarazadas corren mucho riesgo por lo difícil que es el acceso y salida de la comunidad. “Ahorita estamos con la política de que no se registren muertes maternas, por eso aquí debemos sacar de la agencia a las embarazadas antes de nacer el niño, ya que a veces se presentan vientos fuertes o lluvias que imposibilita salir a las mujeres del pueblo y, si presentan alguna hemorragia o sangrado, pues ponen en peligro su vida y la del niño.

“Aun así hay madres que no quieren irse, no salen, y entonces les advierto que es bajo su responsabilidad, aunque como vivo aquí en la comunidad me buscan de día o noche, pero siempre se corren riesgos”.

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