La calma habitual del centro de Veracruz se transformó en angustia cuando un voraz incendio consumió una bodega en el cruce de las calles Hernán Cortés y Nicolás Bravo, en plena zona de mercados, la mañana del lunes.

*La calma habitual del centro de Veracruz se transformó en angustia cuando un voraz incendio consumió una bodega en el cruce de las calles Hernán Cortés y Nicolás Bravo, en plena zona de mercados, la mañana del lunes.

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La calma habitual del centro de Veracruz se transformó en angustia cuando un voraz incendio consumió una bodega en el cruce de las calles Hernán Cortés y Nicolás Bravo, en plena zona de mercados, la mañana del lunes.
Por más de cinco horas los bomberos combatieron el siniestro con 30 elementos de fuerza, varias pipas con agua, dejando cuantiosos daños materiales, un intoxicado, y un herido en la parte alta de la empresa Bodegas Más.

Las columnas de humo negro que se alzaban desde el tercer piso del inmueble alertaron rápidamente a locatarios y transeúntes, quienes dieron aviso al 911, dándose la movilización los cuerpos de socorro.

El Heroico Cuerpo de Bomberos Municipales, con apoyo de los Bomberos Conurbados, se desplegó con rapidez para enfrentar las llamas, que encontraron un combustible ideal en los materiales almacenados, pues se trataban de plásticos, desechables y adornos navideños y hasta troncos de madera.

Estas condiciones convirtieron el incendio en un desafío monumental para los más de 30 bomberos que trabajaron incansablemente por más de tres horas.

Las labores de extinción no estuvieron exentas de dificultades.

El acceso al inmueble fue complicado debido a la propagación del fuego, que alcanzó los niveles superiores del edificio.

Se emplearon unidades tipo escala y pipas privadas para garantizar el suministro de agua, mientras elementos de Protección Civil, Policía Estatal y Tránsito establecieron un perímetro de seguridad para evitar que curiosos se acercaran al peligroso escenario.

A pesar de los esfuerzos, el siniestro dejó un saldo de dos rescatistas atendidos por la Cruz Roja y SAMUC; uno por intoxicación leve debido a la inhalación de humo, y otro con una lesión en el brazo tras el desprendimiento de un pedazo de loza. Ninguno requirió hospitalización.

Con el fuego controlado finalmente, las labores de enfriamiento y evaluación estructural continúan.

Las autoridades no descartan la clausura del edificio si se detectan daños graves que comprometan su estabilidad.

El siniestro, que dejó pérdidas materiales significativas, recordó a la ciudadanía la importancia de la prevención en zonas de alta actividad comercial, donde las condiciones pueden facilitar tragedias como esta.

Por ahora, el puerto de Veracruz observa con gratitud el heroísmo y la coordinación de los cuerpos de emergencia que evitaron un desastre mayor.

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