Ingrata, cervecera con taberneras de Juchitán, Oaxaca

NVI Noticias

Desde tiempos ancestrales, estas mujeres forman parte de las festividades istmeñas. Sin ellas no hay historias, charadas, anécdotas, ni frases chispeantes y coloridas.

Son las taberneras juchitecas que hoy reclaman justicia a la empresa que por años impulsaron para hacerse del mercado regional y convertir su producto, la cerveza Corona, en la más consumida de la región.

A veces señaladas por estar siempre rodeadas de parroquianos, sin proponérselo, se convirtieron en un referente de una nueva identidad regional ligada a una mercancía exitosa que es la cerveza.

«Así mantuve a mis hijos»

Al llegar a una vela o a una celebración popular, era obligado un primer encuentro con las taberneras y bastaba un saludo cómplice para acordar pasar a beberse una cerveza en su puesto de venta.

“Vendiendo esta cerveza saqué adelante a mis hijos, quienes ahora son profesionistas; yo ya estoy vieja pero puedo seguir vendiendo”, señaló orgullosa, a sus 85 años, doña Gabina Vázquez, con más de medio siglo como tabernera.

Sin duda, con el paso de los años el vínculo entre las taberneras y la empresa cervecera se estrechó en mayor medidad, al promover la bebida en todos los pueblos en el se presentaban.

Eran las taberneras las encargadas de tener las hieleras repletas de cervezas para el deleite de los sedientos hombres; que si bien no tenían invitación a la fiesta, sabían que podían acudir a sentarse “a tomar con una tabernera”.

Una fiesta dentro de la fiesta

Pasado el frenesí de las fiestas titulares del mes de mayo en Juchitán y sus más de 20 velas, regadas de frutas y lavadas de ollas; tocaba el turno de ellas, era el momento de pasar de vendedora a clienta.

La Vela de las taberneras comenzó entonces a ser un asunto necesario, ellas también tenían derecho a la diversión y sus invitados eran todos aquellos clientes que las visitaban en los diferentes festejos.

Hoy, los directivos de la Cervecería Modelo del Istmo se niegan a dialogar con las mujeres que demandan un poco de consideración por el tiempo que le fueron leales a la empresa, pues pese a las inclemencias del tiempo, siempre estuvieron dispuestas a llevar las ‘Coronitas’ a las celebraciones de fiestas patronales de los pueblos del Istmo.

Hoy ya no portan el delantal ni la flor de tulipán o el guie chachi en el cabello con las que se ataviaban, ahora están convertidas en mujeres de la tercera edad y reclaman ser tratadas como alguna vez ellas trataron el producto estrella de esta empresa cervecera.

En las redes sociales, Twitter, Facebook y WhatsApp, las aguerridas mujeres reciben muestras de solidaridad y apoyo por parte de los usuarios, que con enojo ven la forma en que se encuentran apostadas en las dos entradas de la compañía cervecera, esperando ser recibidas por los responsables.

“Nos dijeron que ayer (miércoles) perdieron un millón de pesos porque sus camiones no pudieron salir al reparto; pero acá vamos a seguir”, advirtieron decididas a continuar esperando el tiempo que sea necesario.

La reunión ofrecida para este jueves a las 10 de la mañana por el gerente de la agencia y el gerente regional, solo quedó en una promesa que no se cumplió.

Ellas pasaron la noche en vela, como en los viejos tiempos -soportando el fuerte viento y el frío- cuando acudían a los pueblos a vender su cerveza.

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