*Son los más usados en la evaluación de los cambios ambientales: CIIDIR
El imparcial
A pesar de que Oaxaca cuenta con gran biodiversidad, su fauna dulceacuícola es poco conocida, señaló Gloria Molina Gaytán, investigadora del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral regional (CIIDIR) Unidad Oaxaca.
En su conferencia «Monitoreo de insectos acuáticos como indicadores de la calidad del agua», dijo que dentro de los macroinvertebrados que habitan los ambientes dulceacuícolas, los insectos son el grupo biológico más idóneo para determinar la calidad del agua de los ecosistemas.
Acompañado del investigador Mathias Rs, apuntó que los macroinvertebrados y dentro de ellos, los insectos, son los más usados en la evaluación de los cambios ambientales y de la calidad del agua.
La vigilancia biológica de las comunidades así como la caracterización de la riqueza taxonómica y su composición, permiten detectar alteraciones en el ecosistema de manera precisa y rápida, debido a sus ciclos de vida, los macroinvertebrados permiten determinar cualquier disminución de la calidad del medio ambiente.
Explicó que estos grupos fueron propuestos desde hace varias décadas como indicadores y su uso para el monitoreo biológico ha sido ampliamente documentado, en particular los insectos, son un componente importante de la biodiversidad y del funcionamiento de los ecosistemas dulceacuícolas.
Lo anterior ha permitido aplicar índices de diversidad y biológicos que proporcionen información para la evaluación de la calidad del agua y del ecosistema, en especial en la subcuenca del río Atoyac.
Si bien dijo que Conagua lleva a cabo el monitoreo de la calidad del agua, se debe tomar en consideración que sólo es de esa toma y de ese momento, y que gran contaminación en ríos es severa y ocasiona la pérdida de especies y ecosistemas.
Destacó que en su estudio, en San Lorenzo Cacaotepec se ha redescubierto una población de pez endémico que se pensaba extinto, sin embargo, en otras poblaciones como San Francisco Telixtlahuaca y San Pablo Huitzo se empieza a contaminar por aguas jabonosas el río Atoyac.
La situación se complica en San Jacinto Amilpas por las descargas de basura y escombros, así como en Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Xoxocotlán y San Bartolo Coyotepec, donde se acentúa más la contaminación del río.