Elección México 2018: enojo y angustia como en la de Trump

*“El candidato que sepa conectarse con estos sentimientos tendrá la mayor probabilidad de ganar y, en este momento, ese es Andrés Manuel López Obrador”.

Univision

Una fuerte corriente de cambio, alimentada por una combinación de enojo y angustia, aviva la elección presidencial en México de manera muy similar a la que llevó a Donald Trump al triunfo en 2016. El candidato que sepa conectarse con estos sentimientos tendrá la mayor probabilidad de ganar y, en este momento, ese es Andrés Manuel López Obrador.

Los mexicanos miramos a los votantes de Trump con desdén por ignorantes, racistas, xenófobos y antimexicanos. No obstante, las angustias y las preocupaciones que los mexicanos experimentan hoy y que moldean sus actitudes hacia los candidatos presidenciales son muy cercanas a las de un estadounidense.

El factor fundamental de enojo en México y Estados Unidos es la sensación de que “el sistema” es injusto para la mayoría de los ciudadanos. La encuesta Trust Barometer que la empresa Edelman dio a conocer en 2017 señala que 57% de los estadounidenses y 67% de los mexicanos piensan que el sistema les ha fallado ya que su país no los trata con justicia; desconfían del gobierno, las empresas y los medios de comunicación; no creen que las cosas vayan a mejorar y desean un cambio. En este sentido, dos de cada tres mexicanos desean transformar un sistema que permite a unos pocos, políticos y empresarios cercanos, enriquecerse sin que el gobierno les aplique castigo alguno.

Pero al enojo se une la angustia de los ciudadanos sobre aspectos cotidianos que afectan su vida. Según la encuesta, a 76% de los estadounidenses y 88% de los mexicanos les preocupa la corrupción; 74% de los estadounidenses y 58% de los mexicanos temen a la globalización y la presencia de compañías extranjeras en su país; 67% de los estadounidenses y 63% de los mexicanos consideran que los valores de la sociedad están erosionándose rápidamente; a 66% de los estadounidenses y 41% de los mexicanos les inquieta que la llegada de migrantes de otros países los lleve a perder su empleo y debilitar su cultura, y, por último, a 61% de los estadounidenses y 47% de los mexicanos les causa ansiedad la rapidez del cambio tecnológico.

El ciudadano mexicano se siente vulnerable, no solo por la inseguridad que experimenta a diario, sino por la inflación, la insuficiente generación de empleos bien remunerados y la amenaza constante de que incluso los empleos existentes desaparezcan con el rechazo del presidente Trump al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Mientras la popularidad del gobierno se mantenga abajo del 30% y las principales preocupaciones de los mexicanos sean la corrupción, la inseguridad y la impunidad, la corriente a favor del cambio continuará dominando la elección y beneficiando a candidatos que se identifiquen con ella. En la más reciente encuesta de la empresa Parametría, levantada entre el 25 de enero y 2 de febrero, López Obrador está al frente con 34% de la intención de voto y Ricardo Anaya en segundo lugar con 23%. Otro 9% se inclina por candidatos independientes. Más del 66% de los votantes se identifican con candidatos que dicen representar un cambio. Por su parte, la intención de voto para José Antonio Meade, de la alianza del partido gobernante, no alcanza ni el 20%.

López Obrador es el candidato mejor posicionado para atraer el voto del cambio. Su mensaje contra “la mafia en el poder” y la corrupción, aunado a programas de apoyos a adultos mayores, estudiantes y madres solteras, son atractivos para los electores enojados y angustiados. No obstante, si por sus propios errores o por los embates del gobierno y demás candidatos López Obrador pierde puntos, Anaya puede presentarse como el candidato del cambio responsable y recibir el voto útil de quienes deseen, una vez más, evitar el triunfo de López Obrador y consideren un desperdicio votar por Meade.

De lo que no hay duda es que, como ocurrió en el caso de Trump, cuando el polvo se asiente y se analicen las elecciones del 1 de julio del 2018, muy probablemente serán el enojo y la angustia de los electores lo que mejor explique el resultado.

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