*Empresas de marketing digital ofrecen sus servicios a políticos mexicanos para sembrar información a su favor o contra sus adversarios. Este negocio existe gracias a una cadena donde participan millennials que operan en lo oculto.
Univision
En México dieron inicio las campañas electorales de 2017, las cuales llegaron acompañadas de noticias falsas, desinformación y una guerra de bots que no son más que los servicios de la industria de marketing digital que gana millonarias sumas de dinero.
Detrás de un video, un gif, una imagen, una amenaza por Twitter, una nota informativa tendenciosa o un sitio de ‘fake news’, hay grupos de expertos en métricas, publicistas, politólogos, periodistas y demás profesionales creando estrategias -empíricas o metodológicas- para ‘sembrar’ información en redes sociales.
No importan los algoritmos de Facebook, ni las políticas de Twitter. Todo puede ser burlado. ‘Sembrar’ información y noticias falsas se ha convertido en un acto de verdadera sutileza por parte los ejércitos de bots, que son operados por jóvenes millennial quienes se pasan horas vertiendo contenido aparentemente orgánico y profundo en Internet
Merlo, quien ha tenido a su disposición 10 millones de bots, asegura que no es difícil convencer a jóvenes para que trabajen sembrando información, pues la situación de desempleo y falta de oportunidades arroja a los millennials a buscar este tipo de empleos.
Los eslabones de la cadena
La empresas que se dedican al marketing digital normalmente contratan o subcontratan a jóvenes millennials recién egresados de la universidad o con estudios técnicos, pues el pago de su trabajo es menor y son fáciles de moldear.
Existen casos donde las empresas reclutan a profesionales con más experiencia ofreciéndoles sueldos mayores y obligándolos a firmar contratos de confidencialidad.
Es el caso de Antonio Escalante (su nombre es ficticio), un periodista mexicano que trabajó para una agencia de publicidad disfrazada de una empresa de medios de comunicación que publicaban noticias tendenciosas que eran usadas para favorecer o atacar -dependiendo el cliente-, a partidos políticos, secretarías de estado, gobernadores, diputados, senadores e incluso candidatos independientes.
Al sentirse en conflicto con su ética, Antonio renunció y es ahora cuando narra a Univision Noticias cómo es que opera un laboratorio de marketing digital.
“En la entrevista (laboral) no te especifican para qué medio vas a trabajar, solo te dicen que es un sitio de noticias que está creciendo y te ofrecen un buen sueldo -entre 15,000 y 20,00 pesos (casi 1,000 dólares)-. Te hacen firmar un convenio de secrecía (un contrato de confidencialidad); que lo hacen para que no se divulgue la forma cómo se trabaja o evitar afectar a un cliente”, relata Antonio Escalante, quien decidió cambiar su nombre para evitar una demanda de cientos de miles dólares al romper la confidencialidad de la empresa.
Desde el primer día su jefe le dijo: “puedes jugar con la información: atribuir hechos o palabras sin que haya evidencia o respaldo”, pues lo importante era generar una audiencia, sin importar la veracidad de los textos.