*Han recurrido al uso de la fuerza pública para contener las protestas por las que apenas en julio, detuvieron a 15 personas.
NVI Noticias
Al pie de siete molinos de 40 metros de alto que una empresa europea colocó en su terreno, Caín López habla de la «bendición» económica que implican los fuertes vientos de esta zona de México, capaces de voltear un tráiler. Pero no todos piensan igual.
Las empresas multinacionales eólicas que operan en Oaxaca son acusadas de aplicar contratos injustos, de no realizar las consultas adecuadas y de incumplir sus promesas.
Algunos lugareños ya han paralizado los aerogeneradores, bloqueando los accesos con palos y piedras en mano.
Otros amenazan con «cerrar» algunos parques eólicos que han transformado el paisaje.
Cientos de molinos, con sus estilizadas y largas aspas, perfectamente formados a lo largo de varios kilómetros, lucen como gigantescos árboles blancos con algunas casas y ranchos a sus pies, que de lejos podrían parecer diminutos hongos silvestres.
Solo en julio, más de 15 personas fueron detenidas durante el desalojo de una protesta que realizaban propietarios de tierras frente a un parque eólico en la localidad de Juchitán en demanda de un incremento de las rentas.
A principios de agosto, habitantes del municipio de Unión Hidalgo interpusieron un amparo para la revocación del permiso otorgado a la francesa EDF (Electricité de France) para la instalación de casi un centenar de aerogeneradores en su localidad porque, argumentan, se violó su derecho a ser consultados.
Dueños de terrenos rentados por EDF, que no ha respondido las peticiones de entrevista de AFP, detuvieron en abril pasado las turbinas de unos 50 aerogeneradores en reclamo de utilidades.
Paraíso energético
En Oaxaca hay un total de 23 parques eólicos, que emiten un sonido casi imperceptible, con unos dos millares de aerogeneradores que representan una capacidad de 2.347 MW, equivalente a la mitad del consumo de la sobre poblada Ciudad de México.A nivel nacional, México es el segundo productor de energía eólica en América Latina, después de Brasil, de acuerdo con la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA, por sus siglas en inglés).
«No tenemos ninguna información (…) nadie nos ha dicho qué se viene, ni de parte del gobierno y menos por parte de la empresa», comenta Guadalupe Ramírez, activista de 66 años, en su casa de Unión Hidalgo, donde ya hay decenas de aerogeneradores.
México, que tuvo un papel destacado en la negociación de los Acuerdos de París para detener el cambio climático, planea que el 50% de su energía sea limpia en 2024. El año pasado ese porcentaje fue de 28%, según cifras oficiales.
«Una bendición»
A unos 26 km de Unión Hidalgo está el municipio de La Ventosa, que no tiene ese nombre en vano: las ráfagas de aire pueden zarandear automóviles en la carretera incluso en esta época del año que «no es la de más viento», comenta un lugareño en el mercado local.
«Cuando el aire está fuerte, realmente fuerte, los árboles se ven acostados», describe.
En unos pastizales de La Ventosa, Caín López compró 52 hectáreas hace 25 años. Durante muchos años no le sirvieron más que para el pastoreo de ganado porque el implacable viento impide el crecimiento de cualquier cultivo.
«Nunca antes nadie se imaginó que nos llegaría esta oportunidad para aprovechar este aire (…) porque si sembramos maíz, sorgo, nos va mal (…) Es una bendición», dice Caín, quien agrega que con la renta de sus tierras pudo enviar a sus hijos a la universidad y remodeló su rancho, cuya casa principal ahora luce una fachada de madera labrada con un segundo piso.
Al principio, a Caín le pagaban unos 500 dólares al mes. «Como son tranzas (engañosas, las empresas) empezamos con eso», pero después de «pelear» él y sus vecinos lograron una renta fija que ahora es de 2.800 dólares.
«Podemos cerrar los parques»
Pero Porfirio Montero, presidente de la Unión de Propietarios y Energía Renovables del Istmo, reclama a las empresas las diferencias en los contratos por la renta de los terrenos.
«Hay diferencias de entre 25 y 30%», asegura Montero.
«Algunos pueden ganar por esos mismos aerogeneradores -que tiene Caín- apenas 1.700 dólares al mes», denuncia el anciano de más de 70 años.
«El aire es aire, es uno solo, no hay aire de segunda ni de tercera», sostiene en su oficina de Juchitán Montero, que también se dedica a la crianza de ganado, y que pide que la justicia mexicana establezca «un precio único».
Los tamaños de los aerogeneradores varían, la mayoría son de entre 1,5 Mega Watts (MW) y 2 MW, energía que producen en una hora, y en dinero producen 112.000 dólares en 24 horas, asegura Montero.
Pero Profirio Montero, advierte desafiante: «Si nosotros nos unimos, podemos cerrar todos los parques».