Agencias Quadratín
Si de pan de muerto se trata, la Villa Díaz Ordaz, en Tlacolula, ofrece estos días una variedad de productos elaborados con diferentes tipos de harina, que puede ser blanca, de trigo o avena, adornados con figuras y flores de pasta o simplemente con ajonjolí.
Los hay para todo los gustos, de variado sabor e incluso relleno, pero con mucha tradición. Como parte del “Primer festival del Pan de Muerto en Villa Díaz Ordaz”, en el marco de la celebración por el 156 aniversario de ser elevada a villa dicha comunidad, artesanos panaderos exhiben y venden panes de diferentes formas y tamaños, para degustar con el tradicional chocolate, café de olla o champurrado. Este domingo la venta fue buena, aunque no como se esperaba, comentaron algunas vendedoras que se encuentran exponiendo sus panes en el centro de la comunidad.
Una de ellas explicó que los principales ingredientes de este producto que no puede faltar en el altar de muertos son harina, azúcar, manteca y ajonjolí que lleva en la parte de arriba. “Es totalmente casero”, apuntó para quien la venta ha sido regular.
En la exposición también participan panaderos de San Francisco Cuajimoloyas, donde se elabora pan de trigo.
Incluso también ofrecen algunos hechos con zanahoria. El segundo día de la feria, fue amenizado por la marimba de la Casa de la Cultura de Tlacolula. El “Primer festival del Pan de Muerto en Villa Díaz Ordaz” concluirá este lunes 31 de octubre, a las 7 de la noche.