*Los rarámuris no solo corren para trasladarse de una comunidad a otra, sino que para ellos ganar una carrera significa el triunfo del bien sobre el mal.
Univision
Dentro de la Sierra Tarahumara de Chihuahua, al norte de México, se ubica el municipio de Guachochi, en donde hay unos 80 poblados habitados por 100,000 rarámuris, que significa ‘pies ligeros’, quienes corren todo el tiempo.
A lo largo de los siglos este pueblo tarahumara se ha abierto paso sobre la naturaleza rocosa, no solo para trasladarse de una comunidad a otra, sino porque al hacerlo -y llegar antes que nadie- se logra el triunfo del bien sobre el mal.
Así es que los rarámuris se hacen de zancadas firmes y veloces, a tal grado que las competencias son un común denominador en esa región de barrancos. Para hacerlo aún más complejo, las realizan pateando una esfera de madera, de ahí el origen de la “carrera de bola”, en la cual participan siempre dos equipos rivales.
“Ganar una carrera es ganarle al mal, eso es lo que para ellos simboliza, no solo es un deporte. Ellos siguen con sus actividades diarias, o sea, no tienen un entrenamiento profesional sino que se preparan desde chiquitos porque tienen que caminar varios kilómetros de una comunidad a otra, por eso tienen tanta resistencia», dijo a Univision Noticias Iliana Martínez Molina, coordinadora de Deportes del municipio de Guachochi.
«Es decir, no es un entrenamiento, es un hábito que los ha convertido en atletas”, agregó.
Las y los velocistas protegen sus pies con huaraches [sandalias] de hule, que tienen correas de cuero que abrazan su piel.
Antes de correr, hacen apuestas confiando en sus habilidades y en sus poderosas piernas. Por eso, al conseguir el primer lugar en una carrera, los participantes no solo consiguen la paz en la región, sino también dinero, faldas, vestidos, telas y otros bienes.
Salir al mundo
De los 80 pueblos rarámuris o tarahumaras -como también se les conoce-, han salido al menos 60 atletas que han competido en maratones nacionales e internacionales.
Hace unas semanas, Lorena Ramírez, una joven rarámuri de 22 años, ganó una carrera en Puebla cuyo premio fue de 6,000 pesos [unos 320 dólares]. Su performance provocó asombro no solo por su velocidad sino también porque corrió con su vestimenta tradicional, que incluyó las sandalias en lugar de zapatos deportivos.
Ella pertenece a una familia de corredores. Dos hermanas y dos hermanos de Lorena lo hacen y su padre Santiago Ramírez, que con sus 46 años participa en maratones de 100 kilómetros.
También está el caso de Hermilo García Carrillo, corredor rarámuri del poblado de Norogachi, en el municipio de Guachochi. Actualmente el joven de 20 años se entrena para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Apenas en febrero pasado ganó el primer lugar en una competencia hecha en Monterrey, Nuevo León, la cual recaudó fondos para las comunidades tarahumaras.
En abril de 2016, Irma Chávez y Arnulfo Quimare, corrieron las 26 millas de la Maratón de Boston. No llegaron en primer lugar, pero representaron a México con orgullo.
La dieta de los ‘pies ligeros’
Pero, ¿cuál es la dieta de estos ‘pies ligeros’? Consta de pinole, una bebida hecha con agua y maíz que les brinda energía. También beben tejuino [cerveza de maíz], un fermentado que les ayuda a recuperar minerales.
“Ellos comen todo lo que les da la tierra. Todo lo que son los quelites [hierbas silvestres], todo lo que siembran en sus campos. Consumen mucho maíz: lo tuestan, lo muelen y hacen su pinole, que usan como energizante para las carreras”, agregó la coordinadora de Deporte, Iliana Martínez.
En los últimos días, 80 gobernantes rarámuris lograron ponerse de acuerdo para la próxima serie de “carreras de bola” en Guachochi que se celebrará el 16 y 17 de junio. En la página de Facebook de la Coordinación de Deportes Municipal, varios interesados ya están mostrando sus apuestas.