*Basura, común denominador en el plantón magisterial
NVI Noticias
Los profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) abandonaron el campamento que desde el 15 de mayo del 2016 instalaron en el Zócalo de la ciudad de Oaxaca.
En donde antes hubo cantos, consignas, denuncias y volanteo, hoy solo hay un móludo armado con lonas, vacío, sin personas pero lleno de basura como bolsas de plástico en el suelo, cajas de cartón y paquetes de medicinas.
Hace nueve meses los profesores decretaron un paro de labores indefinido y una jornada de lucha para exigir respuesta a su pliego de demandas entregado un año antes; después que el gobierno del estado desapareciera el antiguo Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y emitiera decreto con el que creaba un nuevo IEEPO.
Esta nueva institución no sólo le quitó el control al movimiento magisterial sobre las decisiones en torno al sistema educativo en la entidad y sobre los profesores, también implicó que el Gobierno cancelará las mesas de negociación con el sindicato durante la administración de Gabino Cué Monteagudo.
Lo que siguió fue una serie de protestas de la Sección 22 del SNTE acompañado de organizaciones de la sociedad civil. Por varias semanas los profesores bloquearon las principales carreteras que unían a la capital del estado con el interior de la entidad y la vía principal hacia los estados de Puebla y la Ciudad de México.
Las protestas terminaron en un fatídico 19 de junio de 2016, cuando en un fallido operativo entre la Policía Federal, la Gendarmería Nacional y la Policía Estatal pretendió desalojar a los profesores del bloqueo en la carretera Oaxaca-Cuecnopalan, que dejó un saldo de ocho muertos y cerca de 200 heridos.
La lucha magisterial se acentuó, la explanada del Zócalo capitalino fue el epicentro para sus denuncias. Miembros del sindicato e integrantes de organizaciones, diariamente recordaban sus demandas magisteriales y sociales. También ocuparon distintas calles del Centro Histórico, como Armenta y López y Guerrero.
Ahora, en ese campamento lucen bolsas con medicamentos colgados sobre las lonas azules; en el piso cajas de cartón y de plástico, sillas, productos de higiene y de limpieza, anafres y una lona sobre la que se lee: “Cuál Independencia, cuál Revolución, si el pinche gobierno vende la nación”.