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Soledad no entendía por qué su hijo tomaba más siestas de lo habitual en un niño de tres meses, o por qué lo veía cansado la mayor parte del tiempo.
Cuando acudió al pediatra la primera reacción de Soledad fue solicitar un multivitamínico porque el pequeño había dejado de ganar peso.
Fue hasta que el médico ordenó aplicar una biometría hemática y un examen general de orina cuando diagnosticaron diabetes del neonato.
Los problemas con la secreción o producción de insulina del cuerpo se cree que son más frecuentes en las personas adultas, pero ni infantes ni adolescentes están exentos de este padecimiento que impide al cuerpo regular sus niveles de glucosa.
Los casos
Tan sólo en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña doctor Guillermo Zárate Mijangos, que se localiza en San Bartolo Coyotepec, existen entre 50 y 60 pacientes en tratamiento.
La endocrinóloga Erika Valencia Ramírez, una de las dos que atienden en el nosocomio, diagnostica o recibe seis nuevos pacientes diabéticos al año, principalmente tipo 2 que está relacionada con la obesidad.
Faltan cifras
Sin embargo, se carece de estadísticas específicas de grupos de edad menores de 18 años, sólo se estima que al año se reciben doce nuevos casos, seis por cada una de las dos endocrinologas con que cuenta el nosocomio.
De acuerdo con la especialista en medicina integrada adscrita al Programa del Adulto y Adulto Mayor de los Servicios de Salud de Oaxaca, Soledad Erika Vásquez Miguel, desde hace diez años hay un incremento de casos de diabetes tipo 2 en la edad pediátrica en todo el mundo.
Ese tipo de diabetes constituye un problema de alarmante de salud pública en el que convergen factores genéticos y ambientales.
En Valles Centrales están registradas 14 mil 847 personas diabéticas.En la Sierra 8 mil 294En el Istmo de Tehuantepec 8 mil 134En la Costa 6 mil 598En la Mixteca 5 mil 791En la Cuenca 5 mil 482Únicamente el 27.4 por ciento se encuentran bajo control médico, lo cual no es garantía de que cuenten con medicamento antidiabéticos.Anteriormente la mayoría de niños eran diagnosticados con diabetes tipo 1, ocasionada por la deficiencia de insulina, en tanto los adultos son diagnosticados diabetes tipo 2.El 45% a 80% de las y los niños que viven con diabetes tipo 2 tiene al menos un padre o madre con diabetes; del 74 al 100% tiene un familiar de primer o segundo grado con diabetes.Las niñas tienen un 1.7 más veces el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en relación a los niños
Los factores
La alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes hace cada vez más difícil diferenciar entre diabetes tipo 1 y tipo 2.
Que la mamá, el papá, algún hermano o tío tenga diabetes mellitus es un factor determinante al que se puede unir el sobrepeso o la obesidad para que un niño o una niña tenga diabetes.
Ademá, la endocrinóloga Valencia ubica también otras causas como una serie de alteraciones genéticas que incluso dan pie a la diabetes monogénica cuando hay un gen “bien específico” que provoca el padecimiento, “pero es difícil establecer cuál es el gen porque no contamos con todas las herramientas para ello”.
Dentro de la clasificación de otros tipos de diabetes se encuentra también la que está asociada a medicamentos, generalmente en pacientes con leucemia o cáncer que requieren fármacos con dosis altos de esteroides, “pero no todos la desarrollan”.
Insulina, desde el inicio
El tratamiento en casi todas las diabetes es muy similar, pero es la tipo 1 de la que dependen todo el tiempo de insulina, tratamiento que se combina con ejercicio y el tipo de alimentación.
Lo más difícil para Adriana fue explicar a Laura por qué la tenía que pinchar con una aguja hasta en 13 ocasiones, cuando era muy rigurosa en la medición de glucosa y aplicación de insulina.
Desde los cuatro años un médico particular diagnostico a Adriana diabetes Tipo 1.
Los síntomas
Los límites normales de glucosa son de 100 miligramos por decilitro, pero ella alcanzó 410, lo que explicó porqué de tomar poca agua pasó a ingerir hasta tres litros en el día, las visitas al baño cada hora para orinar o el cansancio persistente.
En cuanto le diagnosticaron diabetes, la pequeña debió internarse en el Hospital de la Niñez, ahí permaneció una semana hasta que se estabilizó y empezó con su esquema de insulina diaria, inyectada, subcutánea.
Para la madre de Adriana suspender el consumo de dulces o cualquier alimento saturado en azúcar no representó problema, Adriana se adaptó muy bien porque no solía consumirlos.
Modificar hábitos
Entre más temprana sea la edad en que se diagnostica la diabetes para la endocrinóloga Valencia hay más probabilidades de corregir hábitos alimenticios que permitan un mejor control y se intercala con el monitoreo de los niveles de glucosa antes y después de comer.
Los paciente pediátricos que viven con diabetes mellitus Tipo 2 tienen mejor pronóstico porque no suelen usar insulina, sino medicamentos orales, pero la diabetes puede detenerse si mejora el peso y mantienen una buena alimentación.
“A veces hasta quitamos tratamiento y sólo se mantienen con control de hábitos, pero en el momento que suben de peso vuelven a correr el riesgo de enfrentar diabetes”, precisó.
El problema en cualquiera de los tipos de diabetes es que muchas veces, ni familiares ni médicos consideran que un infante o adolescente puede desarrollar este padecimiento que en el mundo, incluido Oaxaca, es de las principales causas de muerte en personas adultas.